Bueno, creo que sí sé porqué.
El primero en el que me he puesto a pensar, como no, es en Julián Muñoz y en la colección de relojes de oro y de primeras firmas que en su día se dijo que tenía. O en lo bien conjuntada en joyas que va siempre su ex-mujer Mayte Zaldivar. También me he acordado (no sin cierta sorna) de los millones que recibió como regalo de bodas Isabel García Marcos y las importantes adquisiciones patrimoniales de La Pantoja en tan corto período de tiempo, por no mencionar las pulseras, anillos, gargantillas y pendientes (de brillantes le he visto dos juegos distintos) que últimamente lucía en público...
Es indignante ¿verdad? Pero lo que me parece más indignante todavía, es que después de haber robado (no me olvido del "presuntamente") a manos llenas y no haberse recuperado ni un euro de todo ese desfalco, ahora encima permitimos a estos impresentables que vayan paseándose de plató en plató mientras siguen llenando sus alforjas sin pegar un palo al agua...
¿Estamos locos o qué?
Para seguir cabreándome un poco más leo en Elpaís.com que el 22/10/10 el juez permitió a Roca vender un cuadro (que presuntamente compró con dinero de dudosa procedencia) para su defensa.
Y digo yo, y si mi a amigo de toda la vida, un tío honrado de los piés a la cabeza, padre de familia y excelente profesional, que trabaja como administrativo de banca y está pasando por un momento económico bastante asfixiante porque uno de sus hijos, que nació con problemas de salud, está exprimiendo los ingresos de la pareja con costosos tratamientos y que para colmo se acaba de enterar de que, tras la fusión de la entidad bancaria para la que trabaja con otro banco su puesto de trabajo ha desaparecido y se encuentra en la calle desde hoy mismo, de repente, angustiado, no sabe cómo alimentar a su mujer e hijos y un padre paralítico a su cargo... Se le va la cabeza y Zas!, va y pega un palo a la entidad financiera, cosa de poco, 300000 eurillos de nada y... ¿Qué creéis que ocurrirá con él?
No voy a ser yo quien termine este post, sino vosotros y con ello comprobaré si somos todos capaces de llegar a las mismas conclusiones.
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